Fuente: "La Repubblica" (Italia)
Fecha: 01/7/09
Autor: Valerio Gualerzi
Mientras Alemania, Gran Bretaña y Francia alcanzaron los objetivos establecidos en el Protocolo de Kyoto, el resto de las potencias del G-8 fueron "aplazadas" en una evaluación realizada por el Fondo Mundial para el Medio Ambiente (WWF).
A una semana de la Cumbre del G-8 en L'Aquila (Italia) y a poco más de seis meses de la Conferencia de la ONU sobre el Clima en Copenhague, la ONG WWF difundió su graduatoria sobre las políticas nacionales para combatir el cambio climático. El cuadro resultante no es para nada alentador. Sólo Alemania, Gran Bretaña y Francia fueron evaluadas favorablemente en relación a la reducción de sus emisiones de anhídrido carbónico, de acuerdo a los parámetros de Kyoto. Fueron "bochados", por diversos motivos, Italia, Estados Unidos, Japón, Rusia y Canadá.
Por tercer año consecutivo, Italia se ubica en el cuarto puesto, situándose en un lugar intermedio junto a Japón. Ello se debe, en el caso italiano, a un consumo de energía que no es particularmente elevado y que, sin embargo, no logra ser reducido a niveles de mayor sustentabilidad por la política indecisa del gobierno, caracterizada por medidas desorganizadas y que habitualmente son contradictorias entre sí. De todos modos, según un estudio de la consultora Ecofys, a Italia no le costaría mucho dinero (el 0,2% de su PBI) reducir en un 30% sus emisiones contaminantes antes de 2020.
Más atrás se ubican Canadá, Rusia y Estados Unidos, aun cuando gracias a las iniciativas anunciadas por Barack Obama, su país logró recuperar una posición respecto del último puesto que había ocupado el año pasado. Ahora ese lugar le corresponde a Canadá. Las nuevas políticas de Washington alientan esperanzas para el futuro. Son, a la vez, auspiciosos los resultados de los países emergentes, como Sudáfrica, China, México y la India, que están haciendo un activo trabajo para disminuir las futuras emisiones responsables del "efecto sierra".
"La primera verdadera acción de los países del G-8 debe ser su ejemplo -señala Mariagrazia Midulla, responsable de energía y clima del WWF Italia-. No se puede pedir a otros aquello que no se es o no se fue capaz de hacer en la propia casa, cuando el cambio climático es producto de nuestra industrialización". En vista de la Cumbre de L'Aquila, el WWF llama a los países del G-8 a asumir un liderazgo efectivo, "afrontando las cuestiones ambientales contemporáneamente con los asuntos económicos". "La estabilidad global, la paz y el bienestar sólo pueden alcanzarse en un ambiente sano y seguro -subraya la ONG-. Por eso el tema del cambio climático debería formar parte de las negociaciones que se concentran en las medidas financieras, las oprtunidades de trabajo y las inversiones".
Clave del artículo: Un análisis de las políticas puestas en práctica por los países centrales en el combate al cambio climático muestra resultados aún insuficientes y exige un mayor compromiso político de parte de las potencias del G-8.
Fecha: 01/7/09
Autor: Valerio Gualerzi
Mientras Alemania, Gran Bretaña y Francia alcanzaron los objetivos establecidos en el Protocolo de Kyoto, el resto de las potencias del G-8 fueron "aplazadas" en una evaluación realizada por el Fondo Mundial para el Medio Ambiente (WWF).
A una semana de la Cumbre del G-8 en L'Aquila (Italia) y a poco más de seis meses de la Conferencia de la ONU sobre el Clima en Copenhague, la ONG WWF difundió su graduatoria sobre las políticas nacionales para combatir el cambio climático. El cuadro resultante no es para nada alentador. Sólo Alemania, Gran Bretaña y Francia fueron evaluadas favorablemente en relación a la reducción de sus emisiones de anhídrido carbónico, de acuerdo a los parámetros de Kyoto. Fueron "bochados", por diversos motivos, Italia, Estados Unidos, Japón, Rusia y Canadá.
Por tercer año consecutivo, Italia se ubica en el cuarto puesto, situándose en un lugar intermedio junto a Japón. Ello se debe, en el caso italiano, a un consumo de energía que no es particularmente elevado y que, sin embargo, no logra ser reducido a niveles de mayor sustentabilidad por la política indecisa del gobierno, caracterizada por medidas desorganizadas y que habitualmente son contradictorias entre sí. De todos modos, según un estudio de la consultora Ecofys, a Italia no le costaría mucho dinero (el 0,2% de su PBI) reducir en un 30% sus emisiones contaminantes antes de 2020.
Más atrás se ubican Canadá, Rusia y Estados Unidos, aun cuando gracias a las iniciativas anunciadas por Barack Obama, su país logró recuperar una posición respecto del último puesto que había ocupado el año pasado. Ahora ese lugar le corresponde a Canadá. Las nuevas políticas de Washington alientan esperanzas para el futuro. Son, a la vez, auspiciosos los resultados de los países emergentes, como Sudáfrica, China, México y la India, que están haciendo un activo trabajo para disminuir las futuras emisiones responsables del "efecto sierra".
"La primera verdadera acción de los países del G-8 debe ser su ejemplo -señala Mariagrazia Midulla, responsable de energía y clima del WWF Italia-. No se puede pedir a otros aquello que no se es o no se fue capaz de hacer en la propia casa, cuando el cambio climático es producto de nuestra industrialización". En vista de la Cumbre de L'Aquila, el WWF llama a los países del G-8 a asumir un liderazgo efectivo, "afrontando las cuestiones ambientales contemporáneamente con los asuntos económicos". "La estabilidad global, la paz y el bienestar sólo pueden alcanzarse en un ambiente sano y seguro -subraya la ONG-. Por eso el tema del cambio climático debería formar parte de las negociaciones que se concentran en las medidas financieras, las oprtunidades de trabajo y las inversiones".
Clave del artículo: Un análisis de las políticas puestas en práctica por los países centrales en el combate al cambio climático muestra resultados aún insuficientes y exige un mayor compromiso político de parte de las potencias del G-8.
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