La agenda de Ban Ki-moon para el G-8

Fuente: "L'Espresso" (Italia)
Fecha: 02/7/09

En una entrevista con Antonio Carlucci, de "L'Espresso", el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, da cuenta de las prioridades de la agenda internacional, de cara a la próxima Cumbre del G-8 en L'Aquila (Italia).

L'Espresso: Señor Ban Ki-moon, Ud. estará en Italia en los próximos días para participar del G-8. ¿Qué es lo que se propone para esa ocasión y qué espera que ocurra?
Ban Ki-moon: "Tengo dos prioridades en mi agenda del G-8. La primera se refiere a las cuestiones financieras ligadas a la crisis económica. La segunda es la cuestión ambiental".

L'Espresso: ¿Cuál es su posición acerca de la crisis económica internacional?
Ban Ki-moon: "Pretendo discutir con los líderes del G-8 el respeto de los compromisos asumidos en la reunión del G-20 en Londres con respecto a los países en vías de desarrollo y los pueblos más vulnerables. Le diré al G-8 que es necesario incrementar las ayudas, en particular aquellas que permitan garantizar la seguridad alimentaria. La decisión adoptada en Londres de destinar 1,1 billones de dólares es, con seguridad, un dato positivo. Pero falta hacer más".

L'Espresso: Con frecuencia sucede que se sale de estas cumbres con muchas promesas, pero pasa el tiempo y los compromisos con los países pobres se difieren o no son respetados...
Ban Ki-moon: "Si el mundo pudo reunir 18 billones de dólares para estabilizar las instituciones financieras, podrá encontrar los 18 mil millones necesarios para cumplir sus compromisos con las naciones más pobres".

L'Espresso: ¿Qué es lo que hará Ud. personalmente para que se respeten estos compromisos?
Ban Ki-moon: "Los países más ricos había asumido en 2005 un compromiso en Gleaneagles, Escocia. Mitad de la suma destinada para África fue entregada, pero todavía falta la otra mitad. Entonces, yo no puedo más que poner énfasis en esta situación, como ya hice en Londres. Les explicaré que los 50 mil millones de dólares comprometidos hasta el próximo año se han convertido, en moneda actual, en 65 mil millones. Y que las ayudas deberían llegar a 150 mil millones cada año".

L'Espresso: ¿Cómo cree que deberían utilizarse esos fondos?
Ban Ki-moon: "Deberían garantizar comida y seguridad alimentaria a quienes tengan necesidad, y se debería ayudar a los agricultores a que aumenten la productividad de sus empresas, facilitando mercados para sus productos. Además debería reducirse la brecha que existe en materia educativa, asegurando a todos la posibilidad de acceso al sistema. Por último, se debería ayudar a los países en vías de desarrollo a crear una "economía verde" y puestos de trabajo en ese sector. No se trata de una obra de caridad ni de un lujo. Son los imperativos del desarrollo y constituyen los ingredientes claves de un plan coordinado para la recuperación. Algunos ya observan una estabilización de la situación financiera y la recuperación del crecimiento ya se nota en algún país. Pero yo debo decir fuerte y claramente: se trata sólo de señales, porque en un gran número de países aún no se observan las luces verdes de la recuperación".

L'Espresso: Los líderes del G-8 todavía no lograron establecer reglas comunes para evitar nuevas crisis. ¿Piensa que harán lo que Ud. pide?
Ban Ki-moon: "En Londres hablaron el mismo lenguaje. Yo espero que sigan por la misma senda. En cuanto a las Naciones Unidas, daré prioridad en el uso de los recursos al monitoreo en tiempo real de la evolución de la crisis. La ONU lanzará en los próximos meses el Sistema de Alerta de Impacto Global y Vulnerabilidad. Además, pretendo movilizar toda la estructura de la ONU en el campo de la seguridad alimentaria, el comercio, la "economía verde" y el establecimiento de un pacto global para el trabajo. Hoy no estamos en condiciones de observar la fotografía entera de la crisis y por eso necesitamos lentes más precisos para poder ver también los detalles y los ángulos oscuros del mundo".

L'Espresso: Me decía al comienzo que su segunda prioridad es la cuestión ambiental, que será además el tema central de la Cumbre de fin de año en Copenhague...
Ban Ki-moon: "La respuesta del mundo hasta hoy ha sido la suficiencia. Tenemos mucho trabajo por hacer y poco tiempo para realizarlo. Se queremos tener éxito en Copenhague, debemos ser ambiciosos y visionarios. Por esta razón, la ONU organizará el 22 de septiembre una reunión especial sobre cambio climático para discutir sobre la necesidad de extender la ayuda financiera a los países en vías de desarrollo, de manera tal que éstos puedan mitigar los efectos del cambio climático y adaptar sus políticas en pos de lograr una mejora de la situación".

L'Espresso: La recesión ha llevado a los países ricos a recortar sus gastos y prorrogar sus programas de reducción de emisiones contaminantes. ¿Cree que meterán mano a sus recursos para ayudar a quien se encuentra más retrasado?
Ban Ki-moon: "Ahora en L'Aquila (sede de la reunión del G-8) y en septiembre en Nueva York, pondré énfasis en la necesidad de transparencia en los instrumentos financieros que son claves para ganar la batalla contra el cambio climático. En Copenhague se deberá llegar a un acuerdo y estas reuniones intermedias servirán para reducir las divisiones entre los países. Está en juego el futuro de la humanidad. La ONU se ha comprometido en este frente tanto como en el frente de la crisis económica. Ambas cuestiones han demostrado claramente por qué necesitamos de un renovado multilateralismo. Los desafíos están relacionados y también lo están las soluciones".

L'Espresso: Existen otros problemas que no son secundarios, como la seguridad y los conflictos, que la ONU debe afrontar cada día.
Ban Ki-moon: "La ONU continuará promoviendo y facilitando la adopción de resoluciones que conduzcan al logro de la paz. Pero cada conflicto tiene su historia, su contexto y sus protagonistas. Yo no puedo más que invitar a los 192 Estados miembros a participar de las actividades de la organización con un actitud flexible y comproetida en la búsqueda de la armonía. Hemos vivido muchos conflictos regionales: algunos los hemos resuelto; otros, no. El diálogo es la llave para afrontar cada problema".

L'Espresso: Ahora tenemos el golpe en Honduras y la crisis democrática en Irán. Desde siempre está el conflicto entre árabes e israelíes. ¿Qué pueden hacer el secretario general y las estructuras de la ONU para evitar que las crisis puedan poner en riesgo la seguridad de zonas enteras del mundo?
Ban Ki-moon: "Las instituciones mundiales deben ser más responsables, más representativas y más eficaces. Las Naciones Unidas continuarán su trabajo con los Estados miembros para que todas las controversias se superen de modo pacífico y promoviendo los principios de la democracia y los derechos humanos. Todo esto es posible únicamente con el apoyo y la participación de todos los Estados miembros".

L'Espresso: No pareciera que la totalidad de los 192 Estados miembros estén tan comprometidos con los derechos humanos. ¿Considera que la oficina del secretario general tiene el poder necesario para hacer respetar los más elementales derechos humanos en los países que los violan?
Ban Ki-moon: "El secretario general tiene la autoridad moral para hacerlo, y esta autoridad debería ser defendida por todos los Estados miembros, con los fondos que éstos ponen a disposición. Sin eso, se hace extremamente difícil ejercitar el mandato que he recibido. Estamos viviendo diversas crisis que se manifiestan de manera simultánea: la económica, la ambiental y la de seguridad. Para obtener resultados positivos en esta empresa, necesitamos del multilateralismo que comprometa a todos los Estados miembros".

L'Espresso: ¿Qué diría Ud. a los países que no respetan los derechos humanos y ponen en riesgo la paz?
Ban Ki-moon: "Seguiré empeñándome cada día en proteger los derechos de la población de todo el mundo y, de modo particular, de los más débiles, las mujeres, los ancianos y los niños que se encuentran en las zonas de conflicto".

L'Espresso: ¿Hablará directamente con los líderes de los países que no respetan los más elementales derechos humanos?
Ban Ki-moon: "Sí, es lo que he hecho hasta ahora y lo que pretendo seguir haciendo".


Clave del artículo: La superación de la crisis financiera y la lucha contra el cambio climático son las prioridades del secretario general de la ONU. Ban Ki-moon reclama que los países desarrollados cumplan sus compromisos financieros con los Estados más pobres para ayudarlos a resolver estas cuestiones centrales para la estabilidad y la sustentabilidad del planeta.

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