Las ciudades inteligentes en marcha

Fuente: New York Times
Autor: Steve Lohr
Fecha: 06/06/09

Cada vez son más las ciudades del mundo que piensan en la “infraestructura inteligente” para gestionar el día a día. Es decir, sistemas más eficientes y de menor impacto medioambiental para mejorar, entre otras cosas, el transporte de pasajeros, la distribución de alimentos y las redes eléctricas. Esta vez, los ingredientes tecnológicos cruciales son los sensores de bajo costo y programas inteligentes de análisis y visualización.
IBM, con sus grandes laboratorios de investigación y servicios tecnológicos, es la que más experiencia tiene en la más amplia gama de proyectos de infraestructura digital. Por ejemplo, en el sector de los servicios públicos, IBM ha establecido con varios gobiernos y empresas, programas de "redes inteligentes" en los que usa sensores, programas informáticos y contadores informatizados en las viviendas para mantener las redes eléctricas y reducir el consumo de energía.
En el terreno de la distribución, IBM trabaja con productores y vendedores de alimentos para empezar a reducir los 48.000 millones de dólares en alimentos que se tiran al año en EE UU. En Noruega, tiene con el mayor proveedor de alimentos del país un proyecto que usa etiquetas de identificación por radiofrecuencia (RFID) y un programa informático de seguimiento por Internet para optimizar los envíos del productor a las estanterías de los supermercados.
La infraestructura inteligente es un nuevo horizonte para la tecnología informática. Los ordenadores han demostrado ser poderosas herramientas de cálculo y comunicación. El siguiente paso, afirman los expertos, es convertirlos en instrumentos de control inteligentes, enlazándolos con sensores generadores de datos en toda la infraestructura mundial.
Edward Lazowska, catedrático de ciencias informáticas en la Universidad de Washington, cree que "estamos entrando en una nueva fase de la informática, en la que los ordenadores interactuarán con el mundo físico más que nunca".
En la actualidad, IBM está construyendo sistemas de tránsito inteligentes en ciudades como Londres y Brisbane, Australia, pero su mayor éxito ha sido en Estocolmo. En 2006, Estocolmo probó a imponer una tasa por congestión, cobrando a los coches hasta 20 coronas suecas (1,9 euros) por entrar en el centro, dependiendo de la hora. Los coches se vigilaban con tarjetas RFID y cámaras de video-vigilancia que fotografiaban las matrículas. Los conductores tenían que pagar en un plazo de dos semanas o recibían una multa.
A las pocas semanas, el impacto en Estocolmo era evidente. El tránsito en el centro de la ciudad se había reducido un 20%, las emisiones de dióxido de carbono cayeron un 12%, y, según IBM, el sistema de transporte público de la ciudad tiene a diario 40.000 pasajeros más. Las cámaras de video vigilancia leían las matrículas bien en más del 95% de los casos. Por consiguiente, las tarjetas RFID ya no están en uso. Una vez contabilizados los gastos, el sistema de tránsito inteligente le genera a la ciudad 71 millones de euros al año.
En Ámsterdam, el gobierno local intenta convencer a los residentes de que se queden cerca de casa en lugar de cobrarles por trasladarse. Como parte de un proyecto de "ciudad inteligente", Ámsterdam trabaja con Cisco y otras empresas para crear centros de trabajo remotos de alta tecnología. En septiembre se inauguró un centro de trabajo inteligente en Almere, cuyos residentes se trasladaban diariamente a Ámsterdam para trabajar. El centro está equipado con estaciones de trabajo informáticas conectadas con Internet de alta velocidad, sistemas de videoconferencia de alta definición y guarderías."La congestión del tránsito y el cambio climático hacen necesaria la búsqueda de nuevas formas o, más bien, nuevos lugares para trabajar" señaló el alcalde de Ámsterdam, Job Cohen

Clave del artículo: Potentes sistemas informáticos aportan eficacia para gestionar el día a día en las grandes ciudades.

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